Mandala y mándala

Aun sin conocer mucho sobre el budismo o el hinduismo, sus símbolos concéntricos llenos de color son increíblemente atrayentes e invitan a aprender más sobre ellos.

Gracias a un envío electrónico reciente de mi buena amiga Luz María, que me hizo llegar un mándala del sol con deseos de bienestar y buenas sorpresas, descubrí que el sustantivo para esta figura sagrada se escribe con y sin acento: mandala y mándala.

Se define como el dibujo complejo, generalmente circular, que representa las fuerzas que regulan el universo y que sirve como apoyo en la meditación. La palabra viene del sánscrito máṇḍala: disco o círculo. En la cultura oriental, son un centro energético de equilibrio y purificación para la mente que medita en ellos.

La belleza y simbolismo de los mandalas se han extendido a la cultura occidental incluso como terapia de relajación al popularizarse como actividad de dibujo o pintura para todas las edades aunque, lo admito, me sigue pareciendo extraño ver en las tiendas “libros de colorear para adultos”.

Autor: Norma Garza

Periodista mexicana. Admiradora de los genios, las mamás, los migrantes y los visionarios. Aficionada a las risas, las palabras amables, el cine y el karaoke.