Ayer se celebró el Día Internacional del Barbero, también llamado afeitador, rapador, rapabarbas o rapista. Si revisamos los arabismos del español hallaremos otro nombre: alfajeme. El oficio de barbear no discrimina por el color de la barba del cliente, no importa si es barbinegro, barbicano, barbicastaño, barbirrubio, barbirrojo o barbimoreno, él recibirá la atención solicitada. Según sus características fisonómicas y el estilo adoptado se realizará la afeitada, por ejemplo, habrá algún hombre que prefiera una barba en forma de candado o en forma de ancla; mientras otro solo quiera desbarbar su rostro y quedar totalmente barbirrapado.
Para quienes se niegan a aceptar el paso del tiempo o por un asunto de tendencias de moda, convertirse en barbiteñido es una opción viable. Asimismo, barbar o embarbecer es producto del proceso natural de crecimiento de los hombres, aunque existen casos excepcionales como la mujer barbuda que se anunciaba en los espectáculos circenses.
Finalmente, el mundo barberil ha tenido influencia en el teatro y la música con la célebre ópera “El barbero de Sevilla”, por eso otro sinónimo es fígaro; además en muchos cuadros se representa su oficio, sin olvidar que el supuesto yelmo de Mambrino con el que se protegía la cabeza Don Quijote es en realidad una bacía de barbero, recipiente con un corte semicircular que se colocaba en el cuello para remojar las barbas. Desde la visión de Sancho Panza se transforma un baciyelmo, y hoy en día significa la pretensión de conciliar dos elementos dispares, de allí que hay situaciones que se pueden calificar como baciyélmicas.
Palabras en Juego les recomienda releer…
Qué buen artículo! Cada vez nos enriquecen de vocabulario, cultura general y a los que nos gusta aprender, solo nos queda decirles, muchas gracias por la labor que hacen.