Lolitas, dulcineas y quijotes

Desde 1996 la UNESCO celebra el 23 de abril como el Día Del Libro y del Derecho de Autor con el objetivo de animar a las personas a descubrir el placer por la lectura, respetar la propiedad intelectual (copyright) y rendir homenaje a destacados escritores que nacieron o murieron alrededor de esa fecha: Vladimir Nabokov, Miguel de Cervantes Saavedra, William Shakespeare, entre otros.

A propósito de palabras en juego, resulta oportuno revisar cómo las obras y los personajes ficcionales creados por estos autores trascendieron las páginas de los libros y se alojaron en el Diccionario de Lengua Española para enriquecer nuestra lengua. Por ejemplo, el término lolita, adolescente provocativa y seductora, surgió del título de la polémica novela de Nabokov. El adjetivo shakespeariano, aunque no pueda ser jugado en el scrabble en español por tener la letra K, se utiliza para referirse a la obra del archiconocido poeta y dramaturgo William Shakespeare. El DLE recoge montesco y capuleto -sin alusión al autor inglés-, como los miembros de las célebres familias rivales de Verona. No obstante, su enconada rivalidad no sería conocida en el mundo de no haberse escrito la célebre tragedia de amor “Romeo y Julieta”.

Asimismo, el diccionario evidencia toda la impronta de Cervantes y su novela “El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha”. Así tenemos: quijote: hombre que, como el héroe cervantino, antepone sus ideales a su conveniencia y obra de forma desinteresada y comprometida en defensa de causas que considera justas. Si una mujer posee estas mismas cualidades puede ser llamada quijotesa. Por su parte, donquijotesco, quijotesco, quijotil, quijotada y quijotería abarcan los distintos aspectos relativos a don Quijote de la Mancha, como sus acciones o modo de proceder en determinadas circunstancias. La exageración en los sentimientos caballerosos como los que el personaje demostraba por su amada se denomina quijotismo. Además, dulcinea aparece con dos acepciones: mujer querida y aspiración ideal, fantástica. A su vez, toboso es el lugar donde abunda la piedra toba.

El fiel escudero no podía quedarse atrás y sanchopancesco alude a lo que es propio de Sancho Panza y también es un adjetivo para calificar a alguien falto de idealidad, acomodaticio y socarrón. Y es que hasta el nombre de rocinante, el caballo flaco y lleno de mataduras sobre el cual cabalgaba nuestro caballero durante sus aventuras, está incluido en el DLE. Ha sido tal el cervantismo, es decir, la influencia de la obra del escritor español en la literatura, en el pensamiento y en las artes que son muchos los cervantófilos quienes, seducidos por las historias cervantescas, se sumergen en las páginas de sus novelas, quizás buscando las claves para vencer sus propios molinos de viento.

Finalmente, son muchas las razones para seguir celebrando el Día del Libro y la capacidad infinita de los escritores de distintas épocas y nacionalidades para contribuir a hacer más rica la lengua española, a la par de hacernos vivir en mundos imposibles, gracias a la imaginación.

Autor: Susana Harringhton

Venezolana, profesora universitaria, amante de la literatura, orgullosa de sus raíces. Agradecida por los amigos que la vida y las letras le han regalado.

2 pensamientos en “Lolitas, dulcineas y quijotes

  1. Es ahora cuando, finalmente, puedo disfrutar de tu artículo. Gracias por esta mini compilación de palabras que nuestro gran Cervantes nos ha dejado… 😉

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