En una entrega anterior hicimos referencia al refrán “Al pan, pan y al vino, vino”; hoy volvemos sobre el pan porque, al igual que la levadura hace crecer la masa cuando se pone a leudar (lleudar, en desuso), a medida que se revisa el Diccionario de la Lengua Española aumenta el número de palabras vinculadas con el ámbito panario. Esperamos que nuestros lectores sean paniegos, es decir, que gusten de consumir mucho este alimento, generalmente elaborado a base de trigo.
Antiguamente, así como existía el frutier o encargado de la frutería del palacio, el panatier, también llamado panetero, se encargaba de dirigir la panetería desde donde se distribuía el pan y se atendía el cuidado de la ropa de mesa (mantelería), según las normas de la época.
Ahora bien, los panes se fabrican en diversas formas, tamaños y con innumerables ingredientes. Cada país tiene sus variedades. Si viajamos a México, Argentina o Uruguay podremos pedir un cuernito, un pan pequeño elaborado con grasa, con dos puntas que semejan un cuerno. Puede ser dulce o salado. En las panaderías venezolanas se ofrece el tradicional cachito, un panecillo que también tiene forma de cuerno y se rellena de jamón. En Argentina y Uruguay conocerán el pebete, es de forma ovalada y se fabrica con un tipo de trigo llamado candeal que produce una harina de gran calidad. En Bolivia, Chile y Perú se denomina marraqueta a un conjunto de varios panes pequeños cocidos en una sola pieza los cuales se separan al momento de consumirlos.
Otros tipos de pan son el ácimo o ázimo, también llamado cenceño, hecho sin levadura; el bodigo, que se entrega como ofrenda en las iglesias y es preparado en fechas especiales, sin olvidar el pan eucarístico que es la hostia consagrada, una hoja redonda y delgada de pan ácimo, que reposa en un hostiario antes del ritual de la misa.
Entre los verbos relacionados con el pan tenemos empanizar, apanar y empanar, que significan rebozar con pan rallado un alimento para después freírlo. Asimismo, panificar se refiere a la fabricación del pan y panadear a su venta.
Hasta una próxima entrega, que en sus hogares nunca falte una hogaza (pan grande que pesa más de dos libras). Esperamos sus comentarios.
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