Zombis y brujas

“Mi novio es un zombi, es un muerto viviente que volvió del otro mundo para estar conmigo, mi vida ya tiene sentido, recuperé el amor perdido… ¡intacto pero podrido!”, dice una canción pop que hicieran famosa en los años 80 “Alaska y Dinarama” (España) y “The Sacados” (Argentina).

Como los zombis, en las fiestas de Halloween revivirán varios personajes de terror y regresarán a las conversaciones palabras que hoy revisaremos por diversión y con ganas de conocer mejor nuestro idioma.

Entre las figuras que pronto nos rondarán están las infaltables brujas. Una bruja es una mujer vista supersticiosamente como hechicera. En cuentos infantiles o relatos folclóricos, es una mujer fea, malvada, con poderes mágicos y que puede volar montada en una escoba. En nuestra vida cotidiana, pueden ser mujeres de aspecto repulsivo, malvadas o que parecen presentir lo que sucederá.

Monstruo o monstro es un ser fantástico que causa espanto, una persona o animal que desafía el orden de la naturaleza, una cosa demasiado grande o extraordinaria, una persona o cosa muy fea, alguien muy cruel y perverso o quien, en cualquier ámbito, excede cualidades y aptitudes comunes, como los artistas que son “monstruos de los escenarios”.

El vampiro es un espectro o cadáver que, se cree, chupa por las noches sangre de los vivos hasta matarlos. También es un murciélago hematófago de América del Sur y se llama así a alguien codicioso que abusa o se aprovecha de los demás.

Un zombi es una persona supuestamente muerta que fue reanimada por arte de brujería para dominar su voluntad. También es adjetivo para alguien atontado o que se comporta como un autómata.

Por cierto, la canción citada fue creada originalmente como “Mi novia es una zombi” por un grupo español llamado “Los Vegetales”. Con este dato curioso nos despedimos para concentrarnos en el disfraz que usaremos y con el que no queremos provocar miedo sino risas.