En esta oportunidad comenzamos con una invitación muy cortés a que tomen asiento y aprendamos nuevas palabras. El lugar que escoja para descansar sobre las posaderas, que puede ser un posadero, es justamente el tema de hoy: los asientos, porque hay de muchos estilos, formas, tamaños, varían en cantidad de patas, y estas características nos permitirán diferenciar entre un tipo y otro.
Comencemos por el que podría considerarse el más común, la silla, que en algunos países llaman silleta, un asiento con respaldo, por lo general de cuatro patas y para una persona, pero si están unidas unas a otras, se trata de una sillería. Se dice que una silla es rasa si no tiene respaldar, tal como es un taburete, que no tiene brazos ni respaldo y es para una sola persona. Una clase de silla que es favorita de muchos es la mecedora, cuyos pies descansan en dos arcos, y por ello puede mecerse en ella quien se sienta.
Se usa la palabra sillería para referirse al oficio del sillero, y también para nombrar al lugar donde venden o fabrican sillas. Una sillería es también el conjunto de sillas iguales. Si es más cómoda que la silla ordinaria, la llamamos sillón, como un sillón capitoné, que es acolchado con el relleno sujeto por botones. En el otro extremo está el sillín, que tiene la misma raíz, pero con terminación en diminutivo, y es el nombre de los asientos que tienen las bicicletas. Ahora me surge la duda: si un sillón es cómodo, ¿un sillín es incómodo?
Otra serie de asientos muy conocidos son los bancos, bancas y banquetas. El banco es un asiento con o sin respaldo, mientras que la banca no tiene respaldar, así como la banqueta, que puede ser de tres o cuatro patas. La banqueta también es descrita como un banco corrido sin respaldo, y el arquibanco también es un banco corrido que pudiera tener o no tener respaldo. De esta misma familia de palabras, tenemos una que más por sus características físicas, el nombre se lo da su uso, el banquillo, que es el asiento en el que se coloca el acusado ante el tribunal.
Hoy en día se habla de dictar cátedra para indicar que se enseña una materia a nivel superior, es lo que hace un catedrático, pero su origen está en el latín cathĕdra, que significa asiento, porque la cátedra es un asiento elevado, desde donde el maestro da lección a los discípulos, desde donde imparte o da cátedra, tal como se usa en la actualidad.
Tenemos el caso de los escaños y las bancadas, que son distintos tipos de bancos, pero su significado está más asociado a una curul, que es el asiento de los parlamentarios.
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