Ahora hablemos de personas. Cuando esa confusión implica grupos de personas, y hay mezcla de gentes o cosas de varias clases es un barullo, o también un garbullo, confusión de muchas personas revueltas unas con otras.
Si hay mucha gente involucrada es un bullaje, parecido a un maremágnum, muchedumbre confusa de personas o cosas, como una matracalada, que es una muchedumbre desordenada de gente que podría escalar hasta un tumulto, que ya es un motín, confusión, alboroto producido por una multitud. También podría tratarse de una trifulca: desorden y camorra entre varias personas.
Caterva es una forma de referirse peyorativamente a esa multitud de personas o cosas consideradas como conjunto desordenado o de poco valor e importancia, que producen una trápala, ese ruido, movimiento y confusión de gente.
Curiosamente hay muchos platos de la gastronomía que se usan para describir situaciones de enredo, como el ajiaco, que es una sopa colombiana o un guiso en otros países, pero en Cuba se usa el término para referirse a una confusión, enredo o mezcolanza, como lo que en Perú llaman chanfaina, que en otras latitudes es un guiso. En Argentina el pasticho es un desorden, pero en Venezuela llaman pasticho a una deliciosa lasaña.
Para cerrar, ¿quién creó la confusión? Mejor busquemos la respuesta en el diccionario y no en los memes que circulan en internet. La confusión es producto de un confusionario, aquello que confunde, adjetivo que se puede aplicar también a personas, y por ello decimos que la culpa es del confusionario.
Palabras en juego les invita a releer: