Recién se celebró en Chile el Día Nacional de la Miel, una fecha para hacer visibles los beneficios de este alimento, la importancia de las abejas para el ecosistema y el valor estratégico de este producto en la economía chilena al ser producido en granjas apícolas. Así que mi objetivo hoy es que todos se puedan adulciguar o endulzar con este artículo.
Como todos sabemos, en el proceso de creación de este dulce alimento interviene un insecto muy valioso con diferentes formas y nombres que van a la par de la calidad y color de la miel, como la guanota, que vive en los troncos de los árboles en los llanos venezolanos. Se caracteriza por ser una abeja peluda, negra y alargada y su miel es rojiza, mientras el hábitat del camoatí se ubica en tierras argentinas y uruguayas y produce una miel de color oscuro.
Independientemente de su ubicación geográfica, a todas les toca un afanoso recorrido para pecorear, es decir, ir de flor en flor para recolectar el néctar que en la colmena se va a melificar, un trabajo que demanda organización y energía en cada panal. Cuando hay suficiente miel se puede castrar o brescar la colmena, dejando una cantidad para que vuelvan a reproducirse.
En el Diccionario de la lengua española aparece ceromiel, que antiguamente se utilizaba como tratamiento tópico en heridas y úlceras. Otro producto medicinal es el ojimiel, un jarabe que contiene vinagre en su composición, mientras el rodomiel lleva agua de rosas.
Finalmente, admiremos el gran trabajo de las abejas y el vuelo del pequeño colibrí o chupamiel. Espero que todos sus comentarios se enjambren en nuestra página, es decir, que se multipliquen en abundancia.
Palabras en Juego les invita a releer…
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