Cuando se habla de colores, el tema es amplio pero yo no pretendo abordar este tópico desde la perspectiva de la física del color, sino desde la reflexión en la superficie, o más simplemente el color de los objetos, lo que vemos y lo que interpreta nuestro cerebro.
Se dice que un color es alegre cuando es vivo o intenso. Existe una gama cálida y una fría, y son calientes los que están en torno al rojo y al naranja, naranjado o anaranjado, mientras que los fríos son los que están en torno al azul.
Cuando un color se destaca con demasiada viveza se dice que chilla (del verbo chillar), por lo que se puede calificar de chillante o chillón, pero si es llamativo y luminoso puede calificarse de fosforito. Por el contrario, si es apagado o poco intenso se dice que es desvaído, como un color pálido. Un color pastel o apastelado es de tono suave, mientras que es neutro aquel color carente de brillo o viveza. Hosco (en desuso) es un color muy oscuro.
Antes de ahondar en cada uno de los colores del espectro visible en próximos artículos, tenemos primero el blanco, que resulta de la superposición de todos los colores, y el negro, que es la ausencia de luz.
En general, si el blanco es amarillento se puede decir que es albahío, crema, crudo o marfil. Pero sí es como el color del hueso, se dice que es ahuesado o color hueso. Si un color tira a blanco se dice que es blancuzco o blanquecino.
En los próximos artículos veremos muchas mezclas de colores y los nombres que reciben, como el opalino, que es un color entre blanco y azulado con reflejos irisados, o el porcelana, que es blanco mezclado de azul.
Un color blanco brillante es plata o plateado. Es blanquinegro la mezcla del blanco y el negro, pero sí se mezclan por completo se obtiene el gris, que puede ser ahumado (un gris oscuro, semejante al humo), mientras que un gris claro es ceniciento o ceniza. El que tira a gris es grisáceo o plomizo.
Negro es el semejante al color del carbón o a la oscuridad total. Cuando se habla de un negro intenso y brillante se dice que es azabache o chivillo. Cuando se trata de un negro azulado se dice que es apizarrado o endrino, parecido al de la endrina, y cualquier color que tire a negro es denegrido, negruzco, renegrido o moreno, pero si es muy oscuro que casi no se distingue del negro es prieto. También se usaba tapetado para referirse a un color oscuro o negro.
En las próximas entregas de esta serie abordaremos todos los colores del espectro visible, uno por uno: rojo, anaranjado, amarillo, verde, cian, azul y violeta, para hacer un arcoíris de palabras.
Palabras en Juego te invita a releer:
Amigo Terenzani, gracias por leernos. Si, es cierto que es muy amplio el tema, comencé a investigar para escribir un artículo, y terminé escribiendo cinco. Espero que disfrutes las próximas entregas, porque viene lo que llamé un «Arcoíris de Palabras»
Muy buen texto. Realmente el lenguaje y los términos referidos a los colores y al campo cromático es amplio, variado y… ¡colorido!