La che de Chespirito

El genial comediante mexicano Roberto Gómez Bolaños (1929-2014), a quien conocemos mejor como Chespirito, desarrolló todo un glosario con la che para sus series de televisión El Chavo del Ocho, El Chapulín Colorado y Chespirito.

Inició su carrera como guionista y ahí se ganó el apodo de Chespirito (“Shakespeare” en diminutivo). El Chavo del Ocho empezó a transmitirse en 1971 en el entonces Canal 8 de México (por eso El Chavo del Ocho, luego fue simplemente El Chavo) y en 1973 inició otro programa protagonizado por uno de sus personajes, el Chapulín Colorado, un superhéroe torpe y miedoso que hacía uso de refranes aunque siempre los mezclaba en frases sin sentido.

El actor y escritor decía que el uso de la che había sido una coincidencia en sus primeros programas y luego tomó la letra (que ya no es letra sino dígrafo) para nombrar otros personajes, objetos, expresiones y situaciones: la Chilindrina, la Chimoltrufia, el Dr. Chapatín, el Chómpiras y Chaparrón Bonaparte, de los Chifladitos; el periodista Vicente Chambón, del diario “La Chicharra”; la chusma, las “chiripiorcas”, el chipote chillón, las pastillas de “chiquitolina”, la chicharra paralizadora, la expresión “chanfle” y el verbo “chispotear”.

Pese al gran éxito que trascendió tiempo y fronteras, con un show todavía recordado y retransmitido casi 50 años después, el vocabulario creado o usado por Gómez Bolaños no contaba con la astucia de la Real Academia Española que, aunque sí incorporó palabras como cantinflas y cantinflear de otro gran genio llamado Mario Moreno, no lo hizo con ninguno de los términos de Chespirito. El más común de ellos es el verbo “chispotear”, que sí está incluido en el Diccionario de Mexicanismos de la Academia Mexicana de la Lengua y significa equivocarse, confundirse, cometer una indiscreción, decir algo “sin querer queriendo”.

Repasemos los que sí están en el Diccionario. Sabemos que se le llama chavo a un muchacho en México y Centroamérica pero también es una forma de llamar al novio en Nicaragua, una moneda en Cuba, un centavo de dólar y sinónimo de dinero corriente en Puerto Rico y una moneda de cobre que también se llama ochavo en Andalucía. Existen además los verbos chavar (en Puerto Rico, fastidiar o molestar a alguien) y ochavar (en Arquitectura, dar forma ochavada a algo, con ocho ángulos iguales y ocho lados iguales).

Del náhuatl chapolin, chapulín es el insecto que en otros países se conoce como langosta, cigarrón, saltamontes o grillo. El héroe de Chespirito simulaba este insecto vestido de rojo y con antenitas para detectar la presencia del enemigo.

Según el Diccionario, una chilindrina es una cosa de poca importancia, una anécdota ligera o chiste para amenizar la conversación y una chafaldita o pulla ligera e inofensiva. En México, es una especie de pan dulce.

La chusma es el conjunto o multitud de gente grosera o vulgar (recordemos que Doña Florinda le ordenaba a su hijo Quico que no se juntara con la chusma, como ella llamaba a la gente de la vecindad de El Chavo).

Un chanfle es un golpe o corte oblicuo producido en alguna cosa. En Bolivia y El Salvador es el efecto de rotación que se da a la pelota en el futbol y en los deportes de raqueta. En Cuba, un chanfle es un hombre homosexual. Los personajes de Chespirito usaban “¡chanfle!” como un sinónimo de caramba, córcholis o recórcholis.

Aunque en el programa era una especie de mazo de plástico como arma del Chapulín, un chipote es un chichón o bulto que resulta de un golpe en la cabeza y una chicharra (otra de las armas del héroe de rojo) es un timbre eléctrico de sonido sordo y también una cigarra, insecto que emite un ruido estridente y monótono. Chipote viene de la voz náhuatl que significa “hinchado” y otra palabra parecida proveniente también del náhuatl es chipotle, una variedad de chile picante color rojo. Y chambón es un adjetivo para alguien con escasas habilidades en cualquier arte, deporte o facultad, aunque en México se usa para referirse a alguien que hace su trabajo de manera descuidada, sin calidad.

Palabras en Juego les invita a repasar estos artículos sobre mexicanismos:

Cantinfleando

Mexicanismos

La flojeritis del fondongo

COLLAGE REALIZADO POR NUESTRO EQUIPO. FOTO CENTRAL DE AP TOMADA DE LA GALERÍA “CHESPIRITO EN IMÁGENES”, PUBLICADA POR  WWW.ELPAIS.COM EL 28 DE NOVIEMBRE DE 2014.

Author: Norma Garza

Periodista mexicana. Admiradora de los genios, las mamás, los migrantes y los visionarios. Aficionada a las risas, las palabras amables, el cine y el karaoke.

6 thoughts on “La che de Chespirito

  1. Carlos, te agradezco la anotación. Hemos incorporado el personaje De Vicente Chambón. ¡Un fuerte abrazo hasta Paraguay!
    Norma

  2. Hola Norma!! Muy lindo el homenaje a una gran figura como Chespirito, muy querido en mi país.
    No puedo evitar mencionar que faltó mencionar a Vicente CHAMBON, un periodista un tanto torpe que aparecía en uno de los tantos segmentos, y, que en concordancia con lo leído, esa palabra también es válida para el Scrabble, cuya definición en el Diccionario de la RAE nos habla de alguien de escasa o poca habilidad en cualquier arte o con poca destreza.
    Curiosidades de nuestro lenguaje y que este gran artista supo utilizar al poner nombre a sus muchos personajes.
    Siempre es lindo leer y aprender con estas notas.
    Que sigan los éxitos!

  3. Encantador artículo! Igual que todos los que escribes. Muy completo y lleno de datos interesantes. Excelente!

  4. ¡Qué buenas anécdotas, Ángel! Gracias por compartir. Apreciamos mucho tus comentario y el que nos sigas.

  5. ¡Hola, Normita! Como siempre, excelentes tus artículos sobre nuestro idioma y en este caso de la CH, que en el alfabeto castellano tiene su lugar después de la C. Aquí algunos datos curiosos del inolvidable Roberto Gómez Bolaños. Su apodo «Chespirito», se lo debe, según leí en alguna ocasión, a Emilio Azcárraga Vidaurreta, (abuelo del actual dueño de Televisa) quien, al verlo en alguna ocasión le dijo,» oiga ud. es un Sheakspeare chiquito, un «Sheakespirito» …o «Chespirito», ya castellanizado, como bien dices en tu nota. Gómez Bolaños comenzó como escritor de libretos en las películas de Viruta y Capulina y su programa de TV «Cómicos y Canciones», que se transmitía por Telesistema Mexicano (hoy Televisa) en los años 60. Chespirito comentó en alguna entrevista que fue Gaspar Henaine quien lo animó a convertirse en actor durante esos programas de TV, aunque él en un principio se resistía. De hecho si uno tiene la oportunidad de ver las películas de Viruta y Capulina, puede disfrutar de diálogos y situaciones muy similares (y divertidas) que luego vimos en los programas de Gómez Bolaños, (si ves la película de la famosa pareja de cómicos titulada: «El Dolor de pagar la renta» casi estás viendo un ensayo general de la vecindad del Chavo, jaja) De hecho, también cuenta que el personaje del «Chapulín» lo ofreció a otros actores pero ninguno quiso interpretarlo, por lo que el mismo tuvo que ponerse el famoso traje rojo con el corazón amarillo, que se ha convertido en un disfraz clásico, que aparece incluso entre los aficionados mexicanos que van a los partidos de la selección mexicana de fútbol en las Copas del Mundo. El resto, como luego dicen, es historia, Un abrazo!! #QuedateEnCasa

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