Las mariposas son insectos muy apreciados en el mundo del arte, la publicidad y el cine; comprenden diversas especies, pero generalmente resaltan las que poseen vistosos colores y aparecen revoloteando de flor en flor. Una escena que quizás todos hemos visto es la protagonista que corre en un bucólico paisaje con un cazamariposas tratando de atrapar a estos esquivos y frágiles insectos o un niño que corre feliz con los brazos extendidos con el mismo objetivo.
Entre las flores que atraen a las mariposas se encuentran variedades como lantana, heliotropo, girasol, aster, zinnia o cinia, entre otras. Dadas las características de estos insectos, mariposear se refiere a la acción de andar constantemente en busca de nuevos amores.
Asimismo, aun cuando la mayoría están libres en la naturaleza, el mariposario es un lugar donde se crían estos insectos para su exhibición o estudio.
Según el imaginario popular, las mariposas de color azul atraen la buena suerte, mientras otras son menos apreciadas por su apariencia. El Diccionario de la Lengua Española recoge un tipo muy particular llamada piragón, piral o pirausta, que se supone vivía en el fuego de forma permanente y, si se apartaba de este, moría.
Asimismo, la mariposa pavón es otra especie conocida como pavo real: posee dos manchas que semejan unos ojos parecidos a los que distinguen el plumaje del ave.
Algunas especies poseen hábitos diurnos y otras son nocturnas como la palomilla, paulilla o pajarilla (en Aragón). Otras pueden resultar muy dañinas como la polilla, que deteriora la ropa, o la isoca, que es una larva que comprende varias familias de estos insectos y ataca los cultivos en países como Argentina y Uruguay.
Aquí detenemos el vuelo de la chapola, como se le dice a la mariposa, en Colombia.
Palabras en Juego les invita a releer…
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