Si a usted le preocupa el orden y el control, este artículo no es para usted, pues en esta ocasión nos dedicaremos a revisar ordenadamente todo lo que de alguna forma es anarcoide, lo que tiende al desorden, lo que tiene que ver con el caos y la confusión, que se puede producir de distintas formas entre personas o cosas. Trataremos de no hacer un batiburrillo, que es la mezcla desordenada de cosas que no guardan relación entre sí, tal como un fárrago, que es un cúmulo de ideas o expresiones confusas, inconexas o superfluas.

Se habla de babel, behetría, morondanga, desbarajuste, revoltijo, circo, embrollo, zurriburri, estruendo, galimatías, ginebra o jaleo para describir en general a algo que implica desorden y confusión, con uno que otro matiz adicional, como caos, enredo, lío o alboroto, entre otros. También se le puede llamar tiberio a secas, que es ruido, confusión y alboroto.

En Argentina es un quilombo, despiole o matete, término que también se usa en Uruguay para referirse a una confusión, desorden de cosas o de ideas, y en otros países de Sudamérica es un entrevero. En República Dominicana es un reperpero o un revolú y en México es un borlote o despapaye, el cual implica tumulto, desorden o escándalo. En El Salvador sería un chapandongo y en Colombia una burundanga.

Para referirse al sitio donde hay mucho ruido y confusión se habla de pandemonio o pandemónium, como ocurre en un belén, donde no ha de faltar gritas, griteríos o griterías, como un guirigay, que es la gritería y confusión que resulta cuando varios hablan a la vez o cantan desordenadamente, que es exactamente lo que ocurre en una tremolina, esa confusión de voces y personas que gritan y enredan, o riñen. Si la confusión es grande, con estrépito y notable desorden, se puede describir como una barahúnda. La mezcla y confusión de muchas cosas es un embolismo.

Palabras en Juego les invita a releer…

Mexicanismos

Guirigay y güirigüiri

La última vocal