Verbos infrecuentes (1)

Ir a una oficina pública puede resultar una experiencia nada agradable cuando se interpone la burocracia. Hacer trámites como notarizar un documento es una de ellas. Casi siempre hay que policopiar, fotocopiar, multicopiar o xerocopiar los recaudos… y, como precaución, es mejor octuplicar porque van dirigidos a distintas instancias. 

Esto sin contar con que a la hora de la firma haya que presentificar algo del pasado, es decir, traer al presente una xerocopia de la partida de nacimiento de la bisabuela que reposa en una remota prefectura del sur del país.

Otra habilidad a desarrollar es psicologizar o sicologizar al funcionario que atiende en la ventanilla para entender su malhumor del día. No olvidemos que es mejor ustear o ustedear: nada de confianzas porque, si el burócrata se siente irrespetado, el trámite va a tardar más de lo esperado, ya sea que lo vaya a cajonear o engavetar o le va a dar la excusa de que, como no se ha podido tecnologizar el proceso, le toca esperar a que el asistente, que está de reposo por tres meses, venga a legajar todos los documentos y a tipear el formato de registro en una antigua máquina de escribir. 

Y aunque usted esté a punto de combustionar y le quiera salir fuego por los ojos, mantenga la calma pues cualquier manifestación de agravio puede ser causal para nulificar o inadmitir su solicitud debido a que el escudo de la partida de nacimiento tenía que venir en relieve o el corte de cabello de la cédula de identidad no coincide con el actual. Recuerde que su interés será siempre no desarmonizar. Es a usted, querido lector, a quien le interesa patrimonializar ese bien con el cual va a reasegurar su inversión. 

No hay que olvidar que el populismo punitivo lleva a legiferar, es decir, crear normas legales con poco fundamento que lo pueden afectar y deriven en que lo tengan que prontuariar, pero esté usted seguro de que las sanciones por negligir quizás nunca las vea aplicadas. 

Lo que sí vamos a aplicar aquí es la norma de la extensión de los textos, así que vamos a prorrogar este listado de verbos infrecuentes y publicaremos una segunda parte más pronto que lo que tarda un trámite de oficina pública.


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Autor: Susana Harringhton

Venezolana, profesora universitaria, amante de la literatura, orgullosa de sus raíces. Agradecida por los amigos que la vida y las letras le han regalado.

1 pensamiento en “Verbos infrecuentes (1)

  1. Excelente Susana, definitivamente sin verbos utilizados en ese ámbito. Gracias por recordarlos

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