Entre aguamiel y aguapié

El 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua que busca concienciar sobre su uso como recurso natural indispensable para la vida en el planeta. Hoy, sin pretender “descubrir el agua tibia”, dejaremos que fluyan palabras sobre este tema. 

 Antes de empezar, los invito a tomar un vaso de aguamiel o aguadulce, fue preparada en una jarra similar a una hidria, esa vasija de arcilla que usaban los griegos para almacenar el vital líquido. Sin duda esto le da un sabor especial al papelón que es la base de esta bebida consumida en toda Latinoamérica. El almuerzo será pasta. Esperemos que el cocinero no la deje aguachinar, porque cuando queda aguachenta la textura blanda es desagradable. Pero si queda así, nos tocará beber una agüita de hierbas aromáticas para olvidar ese sabor o mejor un aguapié, aunque es un vino de mala calidad, ahorita la crisis no da para mucho. Confieso que con gusto cambiaría esa pasta por un plato de aguachile elaborado con mucho chile, tomate, camarón y especias o por un pescado a la plancha previamente remojado en aguasal (salmuera). 

Después del almuerzo recorreremos la casa. Su construcción no fue nada fácil porque, aquí cerca queda un aguaducho y esa corriente tempestuosa interfería con el diseño inicial, así que no tuve más remedio que contratar a un experto en hidragogía quien se encargó de canalizar el agua. Su recomendación fue hacer el techo a mediagua y agregar botaguas para evitar que se mojara cuando cayera un aguacerazo y todo se volviera un aguazal

Durante todo este tiempo no hemos tenido inconvenientes, las características de la zona permiten que el aguapé o aguapey siempre florezca porque son plantas acuícolas y aquí tienen un ambiente ideal. Cada cierto tiempo vienen los estudiantes de la licenciatura en hidrobiología a recolectar muestras para sus investigaciones sobre el funcionamiento de los ecosistemas acuáticos. 

Estimados lectores. Hasta aquí nos trajo el río, será hasta una próxima entrega. ¡Cuidemos el agua! 

Autor: Susana Harringhton

Venezolana, profesora universitaria, amante de la literatura, orgullosa de sus raíces. Agradecida por los amigos que la vida y las letras le han regalado.