Carmañola y tarantela

En ocasión del Mundial de Scrabble del año 2013 tuve la oportunidad de presenciar un placentero baile de tango en una de las calles del sector de Caminito, en la abrumadora capital argentina, Buenos Aires. Sin duda, es uno de los placeres que más he valorado de mi vida en cuanto el baile en general -una de las expresiones humanas que más disfruto- y el tango en particular, ya que es uno de los estilos de baile que me conmueven de mayor modo: lo sugestivo de sus pasos, la elegancia de quienes lo bailan y lo melancólico de la música hacen elevar mis sentidos.

Ya en otro Mundial, en el año 2015 en Colombia, específicamente en la ciudad de Cali, pude darme banquete con otro estilo musical que hace vibrar mi corazón, la salsa. Uno de los eventos que los generosos organizadores tenían programado para agasajar a los asistentes era una muestra coreográfica de ese estilo mundialmente conocido; y no en vano a Cali se le conoce como la capital mundial de la salsa. No podría expresar con palabras la emoción que me embargaba en aquel momento, pues el baile en general y la salsa, en particular, para mí es vida.

La importancia de bailar ha sido evidente desde la antigüedad, pues ha servido en diversas sociedades para expresar emociones y estados de ánimo, siendo una actividad que se gesta como parte de rituales religiosos o culturales, o bien artísticos simplemente, buscando siempre, eso sí, la belleza a través de las expresiones corporales.

Pero no solo por alegrías se baila. Durante la época del terror en plena Revolución Francesa se abría paso entre los soldados una canción y danza llamada carmañola. Es algo irónico pensar que en plena guerra los soldados danzaban no solamente bajo la evasión y miedo por el fuego cruzado. Se sabe que la canción del mismo nombre sonaba en eventos de apoyo a la Revolución y que a veces se forzaba a los antirrevolucionarios a bailarla como castigo.

De igual modo, existe en Italia, específicamente en la zona de Nápoles, la tarantela, un baile de movimiento muy vivo, en compás de seis por ocho, que se ha tenido como remedio para curar a los picados por la araña tarántula. Gracias a YouTube, aquí podemos darnos una idea de la música y baile de la carmañola y la tarantela.

Y es así como disfruté tanto aquellos bailes de tango por calles porteñas o como gocé del pegajoso ritmo que hacía mover mis pies incansablemente en tierras caleñas, o como disfruto de un buen joropo llanero en tierras de mi llano venezolano. Los bailes regionales hablan de la riqueza de los pueblos, porque muestran sus tradiciones y el cómo la gente palpita en sus alegrías a través de las distintas melodías.

Autor: Itser González

Orgullosamente venezolano. Ingeniero de profesión, sociólogo de corazón y juglar en construcción. Apasionado de la conducta humana y ciego amante de las palabras.