Santo es algo perfecto y libre de toda culpa, sagrado e inviolable, especialmente dedicado o consagrado a Dios, alguien de especial virtud y ejemplo y, en el mundo cristiano, una persona declarada santa por la Iglesia, objeto de culto universal.
La Semana Santa es en la Iglesia Católica la dedicada a reflexionar y conmemorar la Pasión de Cristo y Tierra Santa es el conjunto de lugares donde, según la Biblia y la tradición, nació, vivió y murió Jesucristo.
La palabra santo tiene múltiples usos en frases coloquiales: tener el santo de cara es tener buena suerte y tener el santo de espaldas es mala suerte. Dar santo y seña es revelar todos los detalles. Un santo de pajares es una persona de cuya santidad no se puede fiar.
No ser alguien santo de la devoción de otra persona es que no inspira confianza. Quedarse para vestir santos es lo mismo que quedarse soltero o soltera.
Preguntar a qué santo o a santo de qué es querer saber con qué motivo o con qué pretexto. Alzarse alguien o cargar alguien con el santo y la limosna es apropiárselo todo, lo suyo y lo ajeno.
Desnudar a un santo para vestir a otro (o quitar de un santo para poner a otro) es arreglar una cosa estropeando otra. “¡A buen santo te encomiendas!” implica que la persona a la que uno recurre para salir de un gran peligro, o para conseguir algo muy difícil, no es la idónea.
Si a alguien se le va el santo al cielo es que se le olvidó lo que iba a decir o lo que tenía que hacer. Llegar y besar el santo es para explicar la brevedad con que se logra algo. Por todos los santos del cielo, es una expresión para rogar encarecidamente algo.
Estos son algunos ejemplos que encontramos en el Diccionario. Si usted conoce alguna otra frase que use la palabra santo, le pedimos por todos los santos que nos la comparta. Nos encantará leerla en la sección de comentarios.
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