
Nunca ha resultado fácil despedirse de alguien, ni porque se vaya por algún tiempo y menos, cuando se va para no volver. Es complicada la ausencia definitiva de algunas personas pero lo es más aún si esa persona nos resulta especial.
Así era nuestro amigo Luis Ramos, el chacarero mayor, un travieso incomprendido de las estrategias que vencía lo mismo en un tablero de ajedrez que en uno de Scrabble, que dominaba un gran cuerpo de agua o un desierto a pies descalzos.
Se nos fue muy pronto y sin despedirse de nadie, porque ni él mismo esperaba la inmediatez del último aliento. Peleó con ferocidad contra una cruel enfermedad y lo hizo con gallardía, con pasmosa alegría y esperanza, luchando incluso contra las probabilidades, irónicamente siendo él un matemático de la vida.
Partió hasta haber colocado poco tiempo antes algunas palabras en un tablero virtual de Scrabble, pasión que compartía con un nutrido grupo de amigos. Así era él, un incansable y reflexivo competidor.
Hoy, con una desazonada mezcla de sentimientos, lo recordamos con algunas palabras que con asiduidad nos compartía, mismas con las que muchos de quienes lo desafiamos seguramente labraremos algún triunfo en su memoria.

Palabras en Juego les invita a visitar el blog “El Chacarero Luis” que apareció en 2015 (con casi mil publicaciones que él comenzó en 2006 distribuyendo por WhatsApp) y a conocer su historia gracias a la entrevista concedida para el segmento “Jugadores que dejan huella” en el sitio web de la Federación Internacional de Léxico en Español.