Odalys Figuerola, jugadora cubana, nos comparte beatitud: en la religión cristiana, bienaventuranza eterna y también el tratamiento que se daba al papa en la Iglesia católica y que luego se ha aplicado a otras jerarquías religiosas. Además, cualidad de beato y también felicidad o bienestar.
“Jugábamos en mi casa con dos alumnos de Rolando Guadalupe bajo su asesoramiento. Él no se perdía un detalle. De pronto me cae un incómodo atril con un comodín. Algo así como… B, D, T, I, E, U, y comodín. Lo cierto es que mi contrario había colgado una A en su jugada por un triple. Cuando ya estaba a punto de cambiar, veo la mágica beatitud. Rolando, quien estaba de pie con esa familiar posición de brazos cruzados al frente, sacudió los brazos y se llevó sus manos a la cabeza. Me dijo ‘yo no la había visto’. Entonces me gané su confianza”, comenta.
¡Gracias, Odalys!
Saludemos también a Rolando Guadalupe:
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