El Día Mundial de las Aves Migratorias, proclamado el segundo sábado de mayo y de octubre por la ONU, nos convoca a reflexionar sobre la importancia de la preservación de las aves en general y emprendemos el vuelo hacia distintas zonas costeras del mundo para avistar aves playeras muy conocidas como el alcatraz, el albatros, la garza, el pato o el curioso pingüino, que no puede volar.
En el ámbito de la ornitología, se han identificado millones de especies de aves que dependen de los ecosistemas marítimos. Además de las nombradas, tenemos algunas parecidas a la gaviota como el págalo, el fulmar y la pardela; mientras la pagaza, el fumarel, el charrán y el charrancito forman parte de un grupo llamado “golondrinas del mar”.
La golondrina es un ave migratoria, de allí que tiene otros nombres como andarina, volandera, andolina y arandela; de su origen mitológico surge progne, mujer transformada por los dioses en esta ave para salvarla de sufrir una terrible venganza.
Al vivir cerca del mar, muchas aves se alimentan de peces y entre estas están el trullo, el petrel y el zarapito o sarapico. Esta dieta es variable: algunas también pueden consumir huevos, moluscos o crustáceos.
Con ayuda de sus alas, estos animales pueden moverse alrededor de algo (circunvolar), dar un segundo vuelo o ir en espiral (revolar), pasar volando de una parte a otra (trasvolar) y, por supuesto, sobrevolar distintos lugares a gran altura, lo que las convierte en pequeños puntos en el cielo, bien sea de forma solitaria o en bandadas o parvadas de migrantes que buscan un mejor clima o se disponen a nidificar.
Además de los conocidos verbos nadar, bucear y zambullir o zabullir dentro de los espacios acuáticos, las aves tienen la capacidad de realizar otras acciones como estar o andar sobre el agua (sobreaguar), mover mucho las caderas (anadear). También, somorgujar, que abarca meter la cabeza bajo el agua de golpe (zampuzar), así como también sumergir todo el cuerpo para bucear. En esto es experto el somorgujo, somormujo, somorgujón, mergo, mergánsar o cotúa, un palmípedo con el cual cerramos este breve recuento de aves marinas.
Palabras en Juego te invita a releer…
Muy bueno, me toca volar y aprenderme la cantidad de vocablos expuestos en este artículo. Felicitaciones