Etiquetas animales (1)

Tan amplio es el reino animal como el ingenio popular, que identifica algunos rasgos distintivos de los animales en las personas y las etiqueta para bien o para mal. Estos usos coloquiales están en el Diccionario y nos dice, por ejemplo, que una jirafa es una persona alta y delgada; un toro es un hombre robusto y fuerte (y un toro corrido, alguien difícil de engañar por su mucha experiencia); una mariposa es un hombre afeminado; un búho o un hurón es alguien huraño. Otra definición para hurón es “persona que averigua y descubre lo escondido y secreto”.

Sinónimos de prostituta son zorra, perra, araña, polilla o lagartona; polilla es también un estudiante aplicado o una persona que lee mucho; zorro puede ser también una persona muy taimada y astuta o una que muestra simpleza e insulsez, especialmente por no trabajar, y que hace pesadamente las cosas.

Cerdo o puerco se le llama a un hombre sucio, grosero o ruin; lince es una persona sagaz o con vista aguda; pantera es alguien atrevido, audaz o que destaca por su eficacia; y buey es un tonto, mentecato. Un ratón de biblioteca es un erudito que escudriña libros frecuentemente. Una rata puede ser una persona despreciable, o tacaña, o un ratero (ladrón que roba cosas de poco valor).

Una babosa es un molusco gasterópodo pulmonado, terrestre, sin concha, que cuando se arrastra deja como huella de su paso una abundante baba, pero también se le llama así a una persona en diferentes circunstancias: que echa muchas babas; boba, tonta o simple; aduladora, que no tiene edad y condiciones para lo que hace, dice o intenta. Dicho de un hombre: un baboso es alguien enamoradizo y molestamente obsequioso con las mujeres.

También tenemos las analogías -piel de gallina, cintura de avispa, ojos de gato, ojos de sapo, cuello de cisne, semblante de perro, barbas de chivo, memoria de elefante– y los dichos o lugares comunes: hacerse pato, ser lento como una tortuga, creerse la divina garza, llorar lágrimas de cocodrilo, hacer el oso, criar cuervos que sacarán los ojos, estar más loco que una cabra, caminar como los cangrejos, sentirse como un pavo real, dormir como un lirón o como una marmota y acostarse como las gallinas…

El tema es extenso y lo entregaremos en partes. Por ahora, les agradecemos muchísimo por leer estas Palabras en Juego y prometemos seguir trabajando como hormiguitas en esta misión de compartir la belleza y curiosidades de nuestro bello idioma.