Las formas de vestir cambian según los tiempos pero hay prendas y accesorios que se inmortalizan gracias a quienes las usan, en el Diccionario de la Lengua Española podemos encontrar varios ejemplos. Si nos remontamos siglos atrás encontramos la caracalla, que es una especie de sobretodo cuyo uso fue adoptado por los romanos. La designación hace referencia al apodo del emperador Marco Aurelio Antonino.
En el siglo XIX y en la Inglaterra de la era victoriana aparece el cárdigan, una chaqueta deportiva confeccionada en tejido de punto, con escote en forma de v, comúnmente sin cuello y que tiene su origen en un militar inglés, séptimo duque de Cardigan.
Otro militar, miembro de la nobleza británica, fue F. J. H. Somerset, lord Raglan, y de él viene el raglan o raglán, un tipo de gabán masculino que además tenía una esclavina corta. Existe también la manga raglan que empieza en el cuello y cubre el hombro; se dice que el militar la usaba para ocultar la mutilación de un brazo.
Pareciera que los militares marcaban la pauta de la moda, porque ros es un chacó (especie de sombrero con visera) incorporado en el uniforme militar por el general español Antonio Ros de Olano. Y en Italia, la garibaldina (blusa de color rojo) se populariza entre las damas porque era la que usaba el general Giuseppe Garibaldi, impulsor de la unificación italiana.
Del mundo taurino surge la manoletina, un zapato bajo de punta redondeada similar al de los toreros que viene del cordobés Manuel Laureano Rodríguez Sánchez, Manolete, ampliamente reconocido en el mundo de la tauromaquia.
Si conocen otros ejemplos, los invitamos a escribirlos en la sección de comentarios.
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