Padrazos y papichulos

En ocasión del Día del Padre, que se celebra en más de 90 países este fin de semana, hoy recopilamos algunas palabras derivadas de padre, que el Diccionario define como el varón o animal macho que ha engendrado a otro ser de su misma especie, e incluimos también algunos vocablos relacionados con madre porque resulta interesante la comparación.

Padre y madre. Coloquialmente, papá y mamá. Cariñosamente, papi y mami. Un padrazo y una madraza son los padres entregados al cuidado de sus hijos y muy indulgentes y cariñosos con ellos. En cambio, un madrazo es, en El Salvador y en México, un golpe. Los verbos empadrar y enmadrar, dichos de un niño o niña, significan encariñarse con exceso con su padre o su madre, respectivamente (en México es algo así como tener “papitis” o “mamitis”, que aún no son términos reconocidos).

Tenemos padrear que, dicho de una persona, es parecerse a su padre en las facciones o en las costumbres; también es “ejercer las funciones de generación” dicho de un animal macho y de un mozo de vida licenciosa. Madrearse, dicho especialmente de la levadura o del vino, es ahilarse o hacer hebra (en México, madrear es burlarse de alguien y también golpear a otra persona, pero estas acepciones no están en el Diccionario).

Sabemos los significados formales de padrastro y madrastra aunque no solo se ligan a los segundos matrimonios de una persona con hijos: también se les llama así a un mal padre o a una mala madre. Un padrastro puede ser también un obstáculo, impedimento o inconveniente que estorba o hace daño, o a un pedazo pequeño de pellejo que se levanta de la carne inmediata a las uñas de las manos, y causa dolor y estorbo.

En Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Nicaragua, Panamá, Puerto Rico, República Dominicana y Venezuela, un padrote es el macho destinado en el ganado para la generación y procreación. En México y El Salvador, el individuo que explota a una prostituta. Una madrota o madama es, en México, la mujer que regenta o regentea un prostíbulo.

En Venezuela, padrotear es imponerse sobre otros de su especie (dicho de un animal) o mandar, dominar a otros aprovechándose de sus debilidades (dicho de una persona). En México, significa beneficiarse abusivamente del trabajo de una prostituta o, dicho de un hombre, concertar una relación amorosa, generalmente ilícita.

Por supuesto, conocemos padrino y madrina, padrinaje o padrinazgo y madrinazgo, compadre y comadre, compadrazgo y compadraje, todos relacionados con el bautizo de un hijo, aunque compadre puede ser también un amigo o conocido, o un protector o bienhechor. Un padrino puede ser también alguien que apoya a otra persona que recibe algún honor o grado o que participa en un certamen o torneo, una persona que ampara y protege a otra, y también el jefe de una organización mafiosa.

El acto de compadrar implica tanto contraer compadrazgo como hacerse compadre o amigo. A su vez, compadrear es hacer o tener amistad, generalmente con fines poco lícitos, y en Argentina, Paraguay y Uruguay puede ser tanto jactarse o alabarse como provocar o irritar. Y comadrear es chismear, murmurar.

Otras palabras curiosas relacionadas: el padrenuestro, la oración dominical que empieza con las palabras “Padre nuestro…”; el compadrito, que es, es Argentina y Uruguay, un tipo popular, jactancioso, provocativo, pendenciero, afectado en sus maneras y en su vestir; el padrillo, que es en Sudamérica un caballo semental e incluso un semental de cualquier animal; y el padrejón, que es el histerismo o la histeria en el hombre.

En Bolivia, México, Panamá y Puerto Rico, papi se le llama también a un hombre físicamente atractivo, y no olvidemos el jocoso y festivo papichulo, usado en México, Paraguay y Puerto Rico, para referirse a un hombre que, por su atractivo físico, es objeto de deseo.

¡Feliz Día del Padre a todos nuestros lectores!

Les recomendamos releer…

Madres

¡Qué padre!

Padrejón

Autor: Norma Garza

Periodista mexicana. Admiradora de los genios, las mamás, los migrantes y los visionarios. Aficionada a las risas, las palabras amables, el cine y el karaoke.

2 pensamientos en “Padrazos y papichulos

  1. Es correcto, querida Lissette. El origen está en el griego hystera, matriz, y gracias a tu pregunta encontré en un par de artículos que en la medicina antigua se creía que la histeria era un trastorno exclusivo del sexo femenino hasta que se demostró lo contrario. Cito a la psicóloga Valeria Sabater en http://www.lamenteesmaravillosa.com: «Sigmund Freud intentó convencer a la Sociedad de Medicina de Viena en 1886 de la existencia de la histeria masculina y de la etiqueta clínica que él mismo había definido en su día. Sin embargo, sus colegas no quisieron aceptar o prestar interés a esa dimensión diagnóstica heredada desde Hipócrates y que en origen aludía a cómo -supuestamente- el útero femenino llegaba a alterar el comportamiento y voluntad de la mujer. La histeria masculina existía y existe; sin embargo, todo ese conjunto de síntomas son a día de hoy recogidos bajo otras etiquetas clínicas más ajustadas». ¡Muy interesante! ¡Gracias por seguirnos!

  2. Excelente artículo «mamacita».
    Una pregunta: el «histerismo» o «histeria» no es una palabra referente a los ovarios? Como histerectomía.
    Que supuestamente sólo se les dice a las mujeres histéricas y no a los hombres por esa razón…

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