Seguimos con la lista de Mexicanismos con términos surgidos del ingenio popular mexicano: la flojeritis es un modo festivo de llamarle a la flojera y existe el término fondongo (también se usa “fodongo” aunque esta palabra no está en el Diccionario) para referirse a alguien sucio, desaseado o perezoso. Estar desguanzado es no tener fuerza ni vigor.
Argüendear es chismorrear y jacalear es comadrear (sinónimos, estos cuatro verbos y referidos a las conversaciones entre mujeres) pero, en el uso común, jacalear es visitar a vecinas o amigas en sus casas (jacal es una especie de choza) para platicar.
Un apachurrón es la acción y efecto de apachurrar y un atorón, de atorarse o atascarse. Amacharse (de “macho”) es resistirse, obstinarse, negarse a hacer algo. Chisparse es lo mismo que zafarse o escaparse, mientras que dos equivalentes para enojarse o enfadarse son encanijar y enchinchar. Peor tantito, emputarse o encolerizarse.
La codez es avaricia -más bien, tacañería- y un cuentachiles es alguien mezquino o cicatero (miserable, que escatima lo que debe dar, que da importancia a pequeñas cosas o se ofende por ellas).
Elegantioso significa que pretende ser elegante sin lograrlo. Alguien encajoso molesta por confianzudo o pedigüeño. Otra manera de llamar al pedigüeño en México es pedinche o pediche.
La fayuca es el contrabando o mercancía que entra al país sin el debido pago de impuestos, fayuquear es incurrir en esta actividad y los fayuqueros son quienes comercializan esta mercancía. Por su condición, este tipo de productos se paga generalmente al chas chas, es decir, al contado.
Újule es una expresión para denotar admiración o sorpresa y… ¡újule! el espacio se agotó y todavía quedan muchos mexicanismos por comentar. Continuaremos…
Újule! La neta (la verdad) me encantó!