En la rutina diaria hacemos disímiles acciones y manipulamos distintos objetos de los cuales conocemos su nombre, de forma genérica, pero estos pueden tener especificaciones más detalladas. Por ejemplo, ¿sabías que cada una de las puntas de colchón o de una almohada se denomina cogujón? Asimismo, la molesta pelusilla que aparece debajo de muebles y camas cuando no se barre con frecuencia se llama tamo.
Si salimos del cuarto a la cocina y nos disponemos a pelar una cebolla para hacer una tortilla en el desayuno, lo primero que le retiramos es la binza, esa película que la recubre y se desmorona fácilmente. En ese proceso podemos encontrarnos con una sorpresa como el hecho de que el huevo tenga una manchita roja de sangre llamada prendedura, galladura o miaja en República Dominicana y Cuba. El primero de estos términos solo remite a la aparición de la mancha y los otros dos especifican que ello se debe a que el huevo está fecundado.
También, al preparar una sopa puede ocurrir que no hagamos un cálculo adecuado de la cantidad de agua y durante la cocción la olla tiende a rebosarse, los murcianos utilizan el verbo escaldufar (sin conjugación) para la acción de resolver esa emergencia culinaria que implica retirar el exceso de caldo para que así los ingredientes puedan cocerse y no se pierda el sabor.
Por otra parte, en cuanto a las prendas de vestir todos hemos observado ese pliegue de tela que cubre la bragueta de los pantalones, pero quizás nunca nos hemos preguntado su nombre, que no es otro que portañuela. Si hablamos de la correa destinada a sujetar el bluyín o los pantalones de cualquier otra tela mediante la trabilla (chicote en Panamá), el nombre del clavo o púa de la hebilla se denomina hebijón. La posición del agujero donde finalmente se inserta es un indicador de la lectura de la balanza. A veces el espejo nos devuelve una imagen en la cual observamos pliegues de gordura, llamados en distintos países: michelín, gordito, rollito, lorza o salvavidas.
Nos encontramos en un próximo artículo, debo ir a escaldufar la sopa. Recuerden que no se conjuga en ningún tiempo.
Gracias por todo tu apoyo Sol. Siempre motivadora y entusiasta.
Qué bello Susana, muy enriquecedor!