¡Qué remedio! (1)

Se dice que alguien no tiene remedio cuando es incorregible, porque un remedio es el medio que se toma para reparar un daño o inconveniente y, si se trata de una enfermedad, es aquello que sirve para producir un cambio favorable. Hoy trataremos de ponerle remedio a todo lo que se nos ponga en el camino, buscaremos un curalotodo, que es esa medicina o remedio para cualquier mal, desde un dolor de muelas hasta un mal de amor. Bueno, tampoco pretendemos conseguir una panacea, pero al menos un elíxir o elixir o remedio maravilloso.

En esta ocasión buscaremos ese remedio, medicina, medicamento o mengía (en desuso), pero no en una farmacia o botica, sino en un herbolario o herboristería, porque si se trata de fármacos, mejor revisar directamente la farmacopea, que es el libro en que se describen las sustancias medicinales que se usan más comúnmente.

Existen plantas a las que se les atribuyen poderes medicinales, como el camarú, que es un árbol de Brasil cuya corteza se emplea como medicamento. La corteza del apacorral se emplea como remedio tónico y febrífugo (eficaz contra la fiebre), y la corteza de la caraña se emplea como remedio para diversas dolencias, como anemia, problemas cutáneos o menstruales. Para el cólico uterino se usa la raíz de la brusca, que también se usa como remedio contra los dolores reumáticos. La infusión de manzanilla se usa mucho como estomacal, antiespasmódica y febrífuga.

El almácigo es un árbol de Cuba cuya resina se emplea para curar los resfriados, y también como remedio diaforético (medicamento que hace sudar) y vulnerario, que cura llagas y heridas, a las que se puede aplicar un bálsamo o un egipciaco, que es un medicamento compuesto de miel, cardenillo y vinagre, que se usaba para la curación de ciertas llagas, a las que también se aplicaba alcatenes, medicamento que se empleaba para curar llagas y úlceras.

La eufrasia en una hierba con una mancha amarilla parecida a un ojo, lo que ha dado fama a la planta como remedio para las enfermedades de la vista. Las hojas y sumidades floridas del toronjil se usan en medicina como remedio tónico y antiespasmódico.

Esta lista de remedios continuará pero es importante señalar que nuestro objetivo con este artículo es didáctico, para resaltar la riqueza del idioma español, y lo que pretendemos es curar a quien padece de un léxico exiguo, pero si su dolencia es física, no se automedique y acuda a un especialista de la medicina, porque la automedicación puede ser más peligrosa que la enfermedad misma.


Mientras llega la segunda parte de esta entrega, Palabras en Juego les recomienda releer…

El yerbatero llegó

De yerbabuenas y gordolobos

Apacorral

Autor: Mikel Anzola

Pesquisidor de datos curiosos, polígloto apasionado de los idiomas, en especial del español, y en los tiempos libres productor de radio y televisión.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *