Recientemente me topé con un cuento del célebre escritor mexicano Carlos Fuentes titulado “Chac Mool”. Esto me llevó a revisar algunas palabras asociadas con los rituales propios de los indígenas de la época prehispánica, empezando precisamente con chacmol -considerado un nahuatlismo– , que significa jaguar de garra roja, de garra poderosa. Con esta palabra se identifica una escultura maya que representa la figura de un dios reclinado, con las rodillas dobladas y una vasija sobre el vientre.
Además del nombre de la letra q, cu es un término de la lengua maya y, según los cronistas indianos, se refiere a un templo o adoratorio de los indígenas de Mesoamérica.
Y es que las culturas indígenas son prolijas en rituales y formas de celebración. Por ejemplo, chagrillo viene del quichua y es una combinación de pétalos de distintas flores, como rosas o geranios, que se perfuman y se usan en ceremonias religiosas propias del Ecuador, en las cuales se lanzan estos pétalos a las imágenes sacadas en procesión. Forma parte de su patrimonio inmaterial.
De la misma lengua quichua es originario el verbo challar, que significa rociar el suelo con licor en homenaje a la Madre Tierra o Pachamama, en Argentina y Bolivia. Esta práctica también es extendida a objetos o bienes de reciente adquisición. Otra forma de invocar la concesión de algún beneficio es el guillatún, ceremonia celebrada por los mapuches para rogar a la divinidad lluvia o bonanza.
Por su parte, apacheta se origina en la lengua aimara y es un majano (montón de piedras) que los indígenas de algunas regiones andinas ponen a un lado del camino para invocar la protección de la divinidad.
Finalmente, nagual o nahual es un espíritu protector representado en forma de animal, otro significado es brujo o hechicero.
Palabras en Juego les invita a releer…
Y el cuento completo “Chac mool”, cortesía de ciudadseva.com
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