Cuando se viaja por el mundo, los bares o restaurantes son visita obligada en cualquier parada, ya que allí es donde, en primer lugar, saciamos el hambre y también nos encontramos con la gente y especialmente con su comida, pero justamente en esos establecimientos encontramos una barrera en términos de comunicación: ¿Cómo llaman aquí al camarero?
El camarero es la persona que tiene por oficio servir consumiciones en restaurantes, bares u otros establecimientos similares. En varios países del continente americano se le llama mesero, en Venezuela es mesonero, mientras que en Costa Rica, Ecuador y Panamá se le llama salonero. Entonces, tenga en cuenta que dependiendo de la región puede variar el nombre de aquella persona que se dedica a este oficio, que no debe confundirse con el recamarero (la persona encargada de la limpieza de los cuartos de un hotel), aunque al recamarero también se le llama camarero.
Si ahondamos en este oficio, encontramos al capitán, que en Cuba y México es el jefe de camareros, que en otras latitudes llaman maestresala, el que en los comedores de hoteles y ciertos restaurantes se desempeña como jefe de camareros que dirige el servicio de las mesas.
En Bolivia y Colombia se le llama copero al que atiende a la clientela en bares y cafés. Por cierto, le recomiendo evitar el uso de coime, término despectivo usado en Colombia para referirse a un camarero.
El equipo lo completa un comís, el ayudante de camarero en el servicio de bares y restaurantes. También está el echador, que es el encargado de llevar las cafeteras y echar el café y la leche en las tazas o vasos servidos por el camarero al consumidor.
Si ese camarero desempeña su función en un lugar o evento específico, puede recibir otros nombres, como banquetero, que es el camarero contratado ocasionalmente para servir en banquetes, fiestas o recepciones, pero si ese camarero sirve en un barco se le llama camarotero.
Este no es un manual de estilo acerca de cómo llamar de forma educada a un camarero (tal como lo podría sugerir el título), pero con estas opciones puede descartar por completo el dar palmadas, gritar, silbar, chistar o chasquear los dedos para llamarlo, porque según las normas de protocolo, la forma de llamar al camarero dice mucho de la buena o mala educación de una persona.
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