Meses atrás, específicamente el Día del Arquitecto (que en Venezuela es el 4 de julio), recordé a un par de amigos formados en esta área. Aquel día simplemente me limité a felicitarles pero hoy quise más bien mostrarles mi respeto y admiración trayendo a colación por esta vía algunas palabras interesantes referidas a esta hermosa profesión, cuyas banderas son el ingenio y la creatividad. Estas palabras no son de uso común sino exclusivas del lenguaje técnico empleado en todo lo relacionado con la arquitectura, por lo cual, amigo lector, es probable que te sorprenda la existencia de algunas de ellas. Lo más fructuoso de todo el asunto es conocer estas curiosas y hermosas palabras.
Primeramente tenemos a la arquivolta, el conjunto de molduras que decoran un arco en su paramento exterior vertical, acompañando a la curva en toda su extensión y terminando en las impostas. Las nacelas o escocias son otro tipo de molduras cóncavas cuya sección está formada por dos arcos de circunferencias distintas, y más anchas en su parte inferior. Las ménsulas son miembros de arquitectura perfilados con diversas molduras que sobresalen de un plano vertical y se usan para recibir o sostener algo.
Refiriéndonos a los arcos específicamente, tenemos a los cimborrios, cuerpos cilíndricos que sirven de base a la cúpula y descansan inmediatamente sobre los arcos torales. Igualmente esos arcos pueden contener pechinas, que son cada uno de los cuatro triángulos curvilíneos que forman el anillo de la cúpula con los arcos torales sobre los que estriba. En los arcos y bóvedas tenemos que un intradós es la superficie inferior cóncava de ellos y su contraparte es el extradós -también trasdós-, la superficie exterior convexa. No se debe dejar por fuera al salmer: piedra del machón o muro, cortada en plano inclinado, de donde arranca un arco adintelado o escarzano. Tampoco debo obviar al arbotante, que es el arco situado en la parte exterior de un edificio y que transmite el empuje de una bóveda o cubierta a un contrafuerte.
Ahora mencionaré al hastial, que es la parte superior triangular de la fachada de un edificio en la cual descansan las dos vertientes del tejado o cubierta, y, por extensión, toda la fachada. Esos edificios pueden a bien tener un arimez, que son resaltos usados como refuerzo o como adorno. También para el realce son utilizados los sardineles, obras hechas de ladrillos sentados de canto y de modo que coincida en toda su extensión la cara de uno con la del otro. Aunque quizás nunca supimos su nombre sino hasta este momento, es común ver una cornisa o algunos escalones hechos a sardinel. Un mainel es un miembro arquitectónico largo y delgado que divide un hueco en dos partes verticalmente y el tejaroz es un tejadillo construido sobre una puerta o ventana. Igualmente pueden colocarse en ellas las chambranas, labores o adornos de piedra o madera, que se ponen alrededor de las puertas, ventanas, chimeneas, etc. Tenemos unos miembros voladizos sobre los que se asienta una cornisa o alero, o los extremos de un dintel llamados canecillos o modillones.
Hay adornos que cuelgan en los techos de algunas fábricas llamados pinjantes y seguramente en esas fábricas hay muchas columnas de sección triangular, que se llaman pilastras.
Comentarios recientes