Mecenas

Hace un par de noches me deleitaba con un interesante programa sobre las innumerables y admirables formas de subsistencia de varios animales. Al final, mis preferidas fueron la extraordinaria y misteriosa migración de las mariposas monarca, la sacrificada entrega por su prole del insecto rojo japonés, la suicida misión reproductiva del caballito del diablo, y lo compleja y laboriosa estructura organizacional de las abejas y de las hormigas.

Al final de ese banquete informativo me causó mucha satisfacción leer que en los créditos del programa figuraba el patrocinio del reconocido artista colombiano Juanes.

En mi mente se quedó dando vueltas ese gesto altruista y recordé súbitamente la palabra mecenas -persona que patrocina las letras y las artes- y no quise entonces dejar pasar la oportunidad de comentarles sobre la etimología de esta palabra.

Este hermoso término debe su origen a Cayo Clinio Mecenas, noble romano, hábil diplomático y adinerado personaje de la corte del emperador Octavio Augusto, quien fungió como su consejero personal, aunque ninguna de las características antes descritas fueron las que le hicieron pasar a la historia, sino más bien su consabido interés por el arte y los artistas. Su apellido entonces ha quedado como sinónimo de toda persona que fomenta y subvenciona desinteresadamente la creación artística.

Inicialmente protegió a los poetas para que engrandecieran y proyectasen con sus obras la carrera política del futuro césar pero, en el fondo, sentía gran pasión por el talento innovador, siendo incluso autor de varios no muy afortunados poemas.

Este prominente y respetado hombre tomó bajo su protección personal y económica a poetas de la talla de Virgilio, Propercio, Vario Rufo, Domicio Marso y muy especialmente a Horacio, quienes por carecer de recursos económicos no hubiesen podido dedicarse por completo  a la literatura. A todos estos hombres de letras los acogió en su impresionante villa de Tívoli, a las afueras de Roma.

Más allá del padrinazgo -protección, favor que alguien dispensa a otra persona- económico, cultivó una entrañable amistad con Horacio, quien a lo largo de su obra poética, lo menciona no menos de 30 veces, comenzando en su primera oda: “Maecenas, atavis edite regibus”, es decir: “Mecenas, que tienes por antepasados a reyes”, haciendo alusión a la  procedencia de Mecenas de una linajuda -que es o se precia de ser de gran linaje- estirpe etrusca (natural de Etruria, país de la Italia antigua).

Autor: Itser González

Orgullosamente venezolano. Ingeniero de profesión, sociólogo de corazón y juglar en construcción. Apasionado de la conducta humana y ciego amante de las palabras.