Gentilicios

Saber el adjetivo gentilicio correcto para cada lugar no siempre es tarea fácil. Solo unos pocos están en el Diccionario de la Lengua Española y en muchos poblados hispanohablantes la misma gente se los asigna agregando al nombre del lugar alguna de las terminaciones comunes: “-ano”, “-ense”, “-eño”, “-és”, “-í”, “-ino” o “-ita”.

Además, algunos gentilicios se aceptan con diferente escritura, por ejemplo: soy mexicana o mejicana, vivo en tierras texanas o tejanas y aprendo todos los días de los estadounidenses o estadunidenses.

El Diccionario Panhispánico de Dudas de la Real Academia Española enlista los países reconocidos por la Organización de las Naciones Unidas y sus capitales, además de los gentilicios existentes. Al revisar esta información, veremos que apenas un poco más del 60 por ciento tiene un gentilicio recomendado en nuestro idioma y notaremos la ausencia de términos para llamar a la gente de Ámsterdam, Bangkok, Copenhague, Estocolmo, Kuala Lumpur, Nassau, Oslo, Ottawa, Seúl y Tokio, entre otras importantes capitales.

En resumen, no hay un diccionario oficial en español para registrar los nombres con los que se les llama a los naturales de cada región, cada ciudad y cada pueblo de los aproximadamente 200 países del planeta.

Las dificultades que atravesamos cuando nos queremos referir a los habitantes de algún país lejano nos lleva a consultar el diccionario. Entre los ejemplos más curiosos, están bengalí (de Bangladés), chadiano, (de Chad), monegasco (de Mónaco), catarí (de Catar), cingalés (de Ceilán, hoy Sri Lanka), fiyiano (de Fiyi), kazako o kazajo (de Kazajistán), malgache (de Madagascar) y neerlandés (de los Países Bajos), así como luso y lusitano, además de portugués (de Portugal).

También encontramos que al natural de Lisboa se le llama lisboeta; bagdadí, al de Bagdad; beirutí, al de Beirut; carioca, al de Río de Janeiro; masiliense, al de Marsella; y porteño, al de varias ciudades en las que hay puerto, como Valparaíso y Buenos Aires (para diferenciar, se les llama bonaerense a los nacidos o que viven en la provincia de Buenos Aires, mientras que los de la ciudad de Buenos Aires son porteños).

Es casi imposible referirnos a la gente de los estados y ciudades de los Estados Unidos de América (el Diccionario acepta las voces coloquiales gringo y yanqui) porque están aceptados muy pocos gentilicios norteamericanos, como los citados texano y tejano, angelino, californiano o californio, neoyorquino, bostoniano, floridense, hawaiano y washingtoniano.

En cuanto a gentilicios mexicanos o mejicanos, los 32 estados tienen su término y algunos tienen hasta dos (defeño y la voz coloquial chilango, nuevoleonés y neolonés, duranguense y durangueño, aguascalentense e hidrocálido) o tres (colimeño, colimense y colimote o colimota), pero no todos los que residen en sus capitales y principales ciudades encuentran su gentilicio en el Diccionario.

Entre los que sí tienen, están los chetumaleños o chetumalenses, mexicalenses, poblanos o angelopolitanos, paceños, tepiqueños, meridanos, guadalajareños, guadalajarenses o tapatíos y los regiomontanos (aunque es común acortar la palabra y decir “regios” a los nativos de Monterrey, este vocablo no está aceptado por la máxima autoridad del idioma).

Al predominar el español como lengua oficial en esta lista, el resto de los países latinoamericanos tienen gentilicios bastante intuitivos: argentino, boliviano, brasileño -o brasilero-, chileno, colombiano, costarricense -o el coloquial tico-, cubano, dominicano, ecuatoriano, guatemalteco, haitiano, hondureño -o catracho, en voz coloquial-, nicaragüense, panameño, paraguayo, peruano, puertorriqueño -también portorriqueño, borinqueño, borincano y boricua-, salvadoreño -también, coloquialmente, guanaco-, uruguayo y venezolano.

Ya que estamos haciendo este recorrido por nuestro bello continente, saludamos a la familia del Scrabble en español que celebra este fin de semana y el siguiente tres de los cuatro torneos regionales -Norcenca, en Costa Rica; Austral, en Chile; y Andino, en Perú-, rumbo al campeonato mundial que se llevará a cabo en Panamá en agosto de 2019.

Autor: Norma Garza

Periodista mexicana. Admiradora de los genios, las mamás, los migrantes y los visionarios. Aficionada a las risas, las palabras amables, el cine y el karaoke.